Reflexiones sobre la Música, la Autenticidad y el Valor en la Era de las Redes Sociales: Una Conversación Inspiradora con Aquiles Báez

En los días previos a su trágica partida, nuestro CEO, Luifer Moncada, sostuvo una conversación reveladora con el afamado guitarrista, compositor y productor venezolano, Aquiles Báez. Desde su profundidad y experiencia, la charla se tejió en torno a la esencia de la música, la autenticidad del artista y el papel de las redes sociales en la industria musical contemporánea.

«Aquiles: ¿Tu objetivo es ser famoso, amigo mío? ¿Qué te sucede? No puede ser que la música hoy en día se mida por la cantidad de likes que recibes en Instagram o YouTube.»

Aquiles Báez expresó su asombro ante la capacidad de aquellos que buscan definir su propio camino en la música, fusionando influencias y creando su identidad sonora única. Desde su perspectiva, Aquiles compartió una anécdota sobre la autenticidad del pianista catalán Tete Montolieu, quien afirmaba que nadie podía tocar como él, aunque muchos fueran técnicamente superiores. Esta anécdota resalta la importancia de la autenticidad en el arte y la necesidad de generar ideas desde lo genuino.

En la era actual, la búsqueda de la fama parece eclipsar el verdadero propósito de la música. Aquiles lamentó la superficialidad de aquellos que desean la fama sin comprender la profundidad y la responsabilidad que conlleva ser un verdadero músico. Señaló la tendencia hacia la inmediatez y la búsqueda de reconocimiento instantáneo, evidenciada por la obsesión por los likes en redes sociales.

Aquiles instó a los jóvenes músicos a enfocarse en cultivar una conexión más profunda con la música, más allá de la búsqueda de la fama superficial. Para él, el verdadero propósito de la música es elevarse a un plano superior, conectarse con una fuerza superior, una experiencia trascendental que va más allá del reconocimiento público.

En última instancia, la conversación con Aquiles Báez nos invita a reflexionar sobre el verdadero valor de la música, la importancia de la autenticidad y la necesidad de alejarnos de la superficialidad de las redes sociales. Nos recuerda que el corazón de la música reside en el sentimiento, la emoción y la conexión espiritual que trasciende cualquier métrica de popularidad en línea.