Lo que el crowdfunding les enseñó sobre confianza y transformación personal

Introducción

Hacer una campaña de crowdfunding no solo recauda dinero: también transforma a quien la lidera.
Así lo vivieron Marielvy D’Apollo y María Victoria Sánchez, quienes pasaron de buscar subsidios del Estado a confiar en la gente y en sí mismas.

💬 “El crowdfunding me cambió la vida. Me demostró que hay personas que creen en nosotros.” — María Victoria Sánchez

Aprender a confiar en otros y en uno mismo

Para Marielvy, el mayor aprendizaje fue descubrir que podía cumplir objetivos sin depender del sistema tradicional.
Su paso de los papeles burocráticos del CNAC a la espontaneidad de una campaña en línea marcó un cambio profundo.

💬 “Yo venía del mundo formal del cine. El crowdfunding me enseñó que se podía lograr de otra manera.”

El valor de la comunidad como familia

Los padres de los estudiantes confiaron en ellas; los amigos donaron; los alumnos aprendieron animación mientras creaban arte.
La comunidad se convirtió en una extensión de su familia creativa.

💬 “Fue hermoso ver cómo todos querían ayudar: amigos, alumnos, madres, vecinos. Era un acto colectivo.”

La fe como motor en tiempos difíciles

Durante los apagones y la crisis, ambas persistieron. Tigre, su segundo corto, se hizo entre tres países y múltiples obstáculos, pero con el mismo fuego.

💬 “Si tienes una buena idea y un grupo de gente con talento, es un pecado no terminar tus proyectos.” — María Victoria Sánchez

Del corto al propósito

Hoy, ambas siguen haciendo animación desde el extranjero, guiadas por la convicción de que cada corto es una semilla de algo más grande.
Para ellas, el crowdfunding fue solo el inicio de una forma de vida basada en la colaboración.

💬 “Crowdfunding es confianza. Es decirle al mundo: esto soy yo, acompáñame.” — Luis Moncada

Conclusión

Marielvy y María Victoria no solo financiaron dos cortos: redibujaron su manera de crear y de creer.
Sus historias recuerdan que la confianza, cuando se comparte, se convierte en arte.
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